
El francés vuelve a divertirse en el campo
Kylian Mbappé arrancó la temporada 25/26 con el 10 a la espalda y un espíritu renovado. Tras marcar en su debut y dejar atrás la rigidez que vivió en el PSG, el delantero francés mostró una versión más libre y decisiva bajo las órdenes de Xabi Alonso. El técnico destacó que el jugador “quiere más” y que su actitud se refleja en cada entrenamiento y partido. El nuevo sistema le permite moverse por todo el frente de ataque y recuperar sensaciones que lo hicieron temible desde la banda izquierda.
El dibujo de Alonso potencia su fútbol
Mientras que en París fue encorsetado como falso 9, en Madrid Mbappé disfruta de la movilidad que exige el libreto de Alonso: las posiciones siempre deben estar ocupadas, pero no necesariamente por el mismo jugador. Esta dinámica favorece al francés, que alterna movimientos por el centro y la izquierda, generando constantes desequilibrios. Aunque Vinicius sigue siendo la referencia en la banda, la libertad otorgada a Mbappé minimiza cualquier limitación y lo convierte en un arma ofensiva incontrolable.
Un arranque demoledor en números
En su primer partido de liga, Mbappé completó 8 regates de 12 intentos, liderando la tabla de dribladores junto a Nico Williams, quien necesitó 14 intentos para igualar la cifra. Lamine Yamal quedó detrás con 6 regates de 10 intentos. Mbappé también firmó 42 pases correctos de 47, confirmando una actuación de enorme precisión. El contraste llegó con Vinicius, que solo logró un regate eficaz pese a ser el jugador récord de la pasada temporada con 7 en un partido.
El camino por delante
La versión mostrada por Mbappé en su debut ilusiona al madridismo. Con un sistema que prioriza el control de balón y la movilidad ofensiva, el francés tiene vía libre para recuperar su esencia y marcar diferencias jornada tras jornada. Si mantiene este nivel de regates y efectividad, puede convertirse en la pieza más decisiva del proyecto de Alonso en busca del título de LaLiga.