Compromiso en entredicho
La Selección llegó al Eurobasket con ausencias sensibles. Sergio Llull se retiró de la Selección, Álex Abrines dejó el baloncesto, y Lorenzo Brown renunció por motivos personales y presión de Armani Milán. Usman Garuba tampoco estuvo disponible, mientras que jóvenes como Baba Miller prefirieron centrarse en su desarrollo universitario. El grupo perdió solidez antes incluso del torneo.
Lesiones que minaron al equipo
La preparación de agosto fue un calvario. Eli John Ndiaye abandonó tras el torneo de Málaga, Alberto Díaz sufrió una rotura en casa, y Alberto Abalde se lesionó en París. Saint-Supéry llegó tocado y Darío Brizuela apenas pudo jugar diez minutos contra Grecia. Santi Aldama también arrastraba molestias. El desgaste físico resultó insostenible.
El debut desastroso contra Georgia
El estreno ante Georgia (69-83) marcó la eliminación. España salió desconectada y sorprendida por la presencia de Shengelia. Sergio Scariolo reconoció que el enfoque del partido fue erróneo. La derrota inicial condicionó todo el camino y dejó al equipo contra las cuerdas desde el principio.
Fracaso en los tiros libres
España firmó porcentajes muy pobres desde la línea de personal: 60% global, con picos dramáticos del 46,3% ante Georgia, 59% ante Italia y 56,8% contra Grecia. Errores decisivos como el 2/6 de Willy Hernangómez y el 0/3 de Juancho en un momento clave enterraron las opciones de remontar.
Falta de liderazgo y cierre amargo
Más allá de los números, la Selección acusó la falta de líderes en la pista. Sin referentes claros y con un vestuario debilitado, España se despidió del Eurobasket 2025 por la puerta de atrás, en una de las eliminaciones más dolorosas de su historia.
