Con la mezcla de hastío y entusiasmo que produce el fin de las vacaciones, el Real Madrid ha vuelto a los entrenamientos. Menos de un mes después de la contundente derrota en las semifinales del Mundial de Clubes ante el Paris Saint-Germain, el proyecto de Xabi Alonso comienza su primera temporada al uso. Valdebebas acogió los clásicos reconocimientos médicos en el Hospital Blua Sanitas, las primeras carreras, y aunque suene extraño y apresurado, los primeros dilemas a responder por parte del técnico.
Las urgencias del Real Madrid las escribe el asfixiante calendario. El martes 19 de agosto, en apenas dos semanas, los blancos debutarán en la primera jornada de LaLiga 2025/26 contra Osasuna. Intentaron el Madrid convencer a la patronal después de ganarse el favor de los rojillos, pero la entidad presidida por Javier Tebas se mostró inflexible. La mala relación entre club y liga volvió a manifestarse, y el club de Florentino Pérez acudió a la RFEF y el juez de Competición desestimó el recurso.
La experiencia estadounidense tuvo un premio económico de 80 millones de euros para las arcas madridistas, pero el castigo está en la falta de descanso y en el baño recibido contra el PSG que mostró una evidencia: el Real Madrid es un equipo por hacer. La sorpresa sería lo contrario; Xabi Alonso pudo contar con los dedos de sus manos los entrenamientos previos al torneo. «Durante el Mundial no hemos hablado, pero a partir de ahora estamos abiertos a poder mejorar. Siempre estamos con la idea de mejorar y hay margen para hacerlo», dijo Alonso tras caer eliminado ante su compatriota Luis Enrique. El mensaje era claro: el margen de mejora es amplio y el Madrid debía acudir al mercado.
Desde que pronunciara esas palabras, el club blanco solo ha certificado el fichaje de Álvaro Carreras.
Sin salidas y el ruido de Vini
Desde hace tiempo, los veranos de fuertes inversiones en el Real Madrid vienen acompañados de ventas para sostener las cuentas. De momento, el Real Madrid acumula un gasto en fichajes de 170 millones de euros (Dean Huijsen, Trent Alexander-Arnold, Franco Mastantuono y Álvaro Carreras), mientras que las salidas han recortado salarios importantes (Luka Modric y Lucas Vázquez), pero no han supuesto ingresos. Hay varios nombres sobre la mesa para hacer caja. El más evidente es Rodrygo Goes, quien se puso en el escaparate al final de la pasada temporada. La ausencia de ofertas concretas y el desafío del nuevo entrenador parecen haber convencido al extremo. Su encaje en el equipo con la dupla de Kylian Mbappé y Vinícius Jr se antoja complicado. La terquedad por lograr un equilibrio colocando al trío de delanteros significó el hundimiento del proyecto de Carlo Ancelotti.
La única certeza de Xabi Alonso es la de Mbappé, quien hereda el diez de Modric como dorsal. A su lado, salvo sorpresa mayúscula, estará Vinícius. Sin embargo, hay lío con el brasileño y cierto desconcierto en el Real Madrid con el manejo de sus aspiraciones para la renovación de su contrato (que termina en 2027). Pese a ello, y al constante runrún de Arabia Saudí que nunca se traduce en una oferta real, Alonso tendrá que encontrar la fórmula para que sus dos grandes estrellas jueguen juntas o tomar decisiones drásticas que, a buen seguro, traerán ruido.
Caer en la misma piedra
El pasado curso, la dirección deportiva del Real Madrid cometió el error de subestimar la importancia de Toni Kroos en los éxitos de la pasada década. Un año sin un pivote creador como el alemán ha bastado para ver la importancia de un organizador. Xabi Alonso lo sabe y mandó un mensaje cuando apenas dio opciones a Dani Ceballos en Estados Unidos, el jugador de la plantilla que más encajaría en dicho papel. Han sonado nombres, pero parece que el Madrid no se ha decidido y el verano avanza. Aunque algunas informaciones dan por cerrada la plantilla, no se tiende a la impaciencia en los despachos del Santiago Bernabéu, convencidos de que cualquier operación relámpago en los últimos coletazos del mercado es posible. Mientras tanto, a Xabi Alonso le toca adaptarse a lo que tiene: una plantilla repleta de talento, pero con agujeros igual de notorios. El PSG puso muy alto el listón europeo. En España, el Barça mantiene el grupo de su ciclo ganador y el Atlético de Madrid se refuerza sin grandes estrellas, pero mejorando todos sus puntos débiles.
