Regreso a la selección y cuentas pendientes
Borja Iglesias vuelve a la convocatoria de España para los duelos de clasificación al Mundial contra Georgia en Elche y Bulgaria en Valladolid. El delantero del Celta reconoce que no esperaba otra llamada tras su renuncia en pleno caso Rubiales. Aclara que su decisión de entonces no fue un gesto vacío. Responde sin dramatismo a quienes cuestionaron su postura y afirma que contesta en redes cuando la falta de respeto cruza límites.
Activismo y responsabilidad personal
El ariete defiende la legítima participación de los deportistas en el debate público. Dice que opinar de forma proactiva puede ayudar porque poner un tema sobre la mesa ya es útil. Valora que otros compañeros prefieran no hablar y considera válido ese camino. Recuerda su campaña contra la homofobia y los agradecimientos recibidos por parte de aficionados que se sentían fuera del entorno del fútbol masculino profesional. Señala que persiste un ambiente poco cómodo y que la clave es crear espacios seguros para que cada persona sea como quiera.
El punto de inflexión en Leverkusen
Iglesias relata que su cesión al Bayer Leverkusen en 2024 fue una limpieza profesional y emocional. La etapa en Alemania le permitió reconectar con el juego y con la vida fuera del campo. Agradece a Xabi Alonso la cercanía y el apoyo. Afirma que el técnico le ayudó a recordar que aún tenía fútbol y a recuperar la persona que desea ser dentro del deporte. Confiesa que llegó a plantearse dejarlo y que Xabi le animó a seguir porque le quedaba mucho por dar.
Filosofía competitiva y opinión sobre la Liga
El delantero prefiere que los partidos de la Liga se disputen en España. Aplaude los resultados recientes del Celta y asume que su regreso a la Roja es fruto de rendimiento y constancia. Sostiene que hablar cuando corresponde no le resta foco competitivo y que su identidad personal y profesional caminan juntas.
