Una amistad inusual en la élite del tenis
Carlos Alcaraz cayó en la final de las ATP Finals ante Jannik Sinner, pero fuera de la pista reinó el compañerismo. A pesar del intenso duelo, ambos se fundieron en un abrazo después del partido, una imagen que confirma la sólida amistad entre dos rivales generacionales. Incluso durante el encuentro, mientras los sanitarios atendían a un aficionado, charlaron con naturalidad, algo poco habitual a ese nivel.
Alcaraz elogió a Sinner, destacando su fortaleza mental y su capacidad para volver más fuerte tras cada derrota. También reconoció lo complicado que es jugar contra él, especialmente por la presión constante con el saque.
La lectura de Alcaraz tras la final
Después de sentarse en el banquillo visiblemente afectado, Alcaraz recuperó pronto su sonrisa al escuchar los gritos de apoyo del público. Valoró su actuación en el torneo como “espectacular”, afirmando que había ido de menos a más y que en la final se sintió a un gran nivel. Aceptó que cometió “un par de errores” en momentos decisivos que terminaron costándole el título.
Camino a la Copa Davis y la preocupación física
Este lunes, tras descansar unas horas, Alcaraz viajará en furgoneta desde Turín hasta Bolonia para unirse al equipo español en la Final a Ocho de la Copa Davis. No entrenará hasta el miércoles, pero probará su estado físico. En el primer set de la final sintió un pinchazo en los isquiotibiales de la pierna derecha, por lo que deberá someterse a pruebas.
Aun así, su intención es clara: “Mi intención es jugar la Copa Davis y darlo todo con España”. Explicó que terminó el partido en buenas condiciones, aunque sin poder arriesgar en deslizamientos o carreras extremas, pero sí manteniendo un ritmo competitivo y apoyos sólidos.
